Luchando contra las telefónicas

Estoy seguro de que todo el mundo ha vivido en alguna ocasión la incompetencia de los teleoperadores y de las máquinas que poco a poco los van substituyendo, pues bien, en esta ocasión voy a contaros lo que me sucedió el otro día con uno de ellos, o mejor dicho, con varios de ellos.
Resulta que hace unos meses me di de alta en la compañía de telefonía azul (todos sabeis de sobra cual es) con un contrato de prepago, hasta ahí todo muy bien, todo perfecto.
Poco después, me mandaron un sms avisándome de que si me registraba con mis datos personales en su página de Internet, me regalaban 6 euros de saldo, vamos, me dieron la alegría del día, y en cuanto encendí el ordenador me metí en el enlace que me daban y cubrí el interminable, absurdo y cotilla cuestionario con mis datos. Tras cinco minutos cubriendo tonterías, acabé por fin y le di a aceptar, no tardó ni un segundo en aparecer una ventanita diciéndome de que había un error, que lo intentase más tarde, me olvidé del tema y no volví a probar hasta dos meses después cuando me acordé del asunto. Otra vez la misma mierda de formulario y otra vez a cubrirlo y otra vez a acabar con una cara de jilipollas de libro cuando me dio el mismo error y otra vez la misma cara cuando volví a cubrirlo y me dio el mismo error y otra vez...
Harto de perder el tiempo, decidí llamar al número gratuito de mi operadora para quejarme y para que me explicasen porque la página web de la compañía con mayores ingresos de España no funciona. Me recibió una máquina, a la que le tuve que gritar tres veces que me pusiese con reclamaciones y luego se puso al teléfono una tía, Mónica no se qué... que me preguntó que que me pasaba (todo eso acompañado de un infernal ruído de fondo que provocó que tuviese que poner a tope el altavoz), le expliqué el problema y me pasó con el departamento de no se qué, tuve que esperar un rato acompañado de una música super pesada hasta que me contestó un tío, este me dijo que era culpa de mi ordenador y cuando lo negué me dijo que llamase a otro número, que allí me informarían, colgué de mala leche y por supuesto, pasé de llamar al numerito ese.
Volví a repetir el proceso, no había operadores disponibles.
Otra vez lo mismo.
Por fin, aunque a la tercera, la máquina me puso con una persona, pasó igual que con el primer operador, me pasó con la mitad de operadores, la músiquita insoportable de nuevo, el mismo ruído de fondo, otra vez lo mismo, hasta que me harté, colgué.
La verdad es que debo ser muy pesado, porque volví a llamar, esa vez no tuve el problema de la falta de operador, sino que me salió una teleoperadora y tras pedirme mi número de móvil, soportar la músiquita un rato y explicarle el problema tres veces, me ofreció cubrir el cuestionario por teléfono, por supuesto acepté. Ya ni me tenía que decir las preguntas, tenía el formulario en mi cabeza, cuando acabé, me dijo que recibiría el saldo en breve, colgué y me puse a esperar el sms de confirmación, no tardó ni un minuto en llegar, y efectivamente, mis esperados 6 euros ya estaban en mi poder, esperando ser devueltos a su legítimo dueño: mi compañía telefónica.
Miré el reloj, había perdido media hora y la pantalla del teléfono estaba cubierta por una capa de sudor, pero había ganado la batalla contra el poder y la opresión de las telefónicas que consideran que somos idiotas y que no servimos para nada más que ser timados una vez tras otra. De hecho, si el número no hubiese sido gratuito, a un precio de 10 ctms minuto que creo que es lo que me cuesta llamar a alguien de mi compañía habría gastado 3 euros, la mitad de el "regalito".

1000 horas de infierno

No soy especialmente deportista, aunque tampoco lo odio, simplemente practico como diversión tres o cuatro cosas cuando dispongo del tiempo suficiente para ello. Pero no voy a hablar de mis deportes favoritos, sino de la importancia que los medios e incluso mucha gente da al deporte y a los deportistas en general, sean de la modalidad que sean, tanto da futbolistas, que tenistas, que pilotos, es totalmente odioso.
¿Que coño me importará a mi si Nadal ganó su enésimo torneo?, ¿Que más me dará que Sastre haya ganado el tour?, ¿Es que va a cambiar en algo mi vida?, ¿Va a ser bueno para mi o para mi entorno que el Barsa esté de gira en Escocia, o que el coche de Alonso esté peor que el mío? Esas preguntas me las hago yo cada vez que cojo un periódico y me lo encuentro a rebosar de noticias deportivas, o cuando estoy con gente y no habla de otra cosa, o cuando pongo la tele y no hay más que competiciones deportivas, son tantos los cuandos...
Respeto que a la gente le guste ver deportes (mejor sería que nos gustase practicarlos), comentar noticias deportivas... a fin de cuentas es mejor que hablar del tiempo, pero a lo que no hay derecho es que nos acosen diariamente con horas y horas de programación deportiva en la tele como piensa hacer cierta cadena, ¡encima con muestro dinero! ya que no se si lo sabeis, pero la 1 (canal que todos pagamos) piensa emitir mil horas de retransmisión de los JJOO, repartidos entre sus tres o cuatro canales, y mientras yo me pregunto:
¿Habrá alguien que le guste pasarse, aunque solo sea una hora, viendo como unos tíos en gallumbos dan vueltas a una pista? Yo desde luego paso.
Reflexionemos todos sobre si los deportistas y el deporte merecen tanto respeto, admiración e incluso dinero (¿Tú pagarías 80 "kilos" por C. Ronaldo?).

Continuará...

Una medalla como esa nos merecíamos todos los que nos aburre tanto deporte en los medios.

Emepecuatros, ¿instrumentos demoníacos?


Tal vez no sea el tipo de post con el que me gustaría inaugurar el blog (omitiendo la presentación), pero cuando hace unos días leí esto en El País.com me dejó perplejo hasta el punto de querer compartirlo con vosotros, sin duda es una noticia que resultaría increíble en nuestra sociedad, pero viniendo de Oriente Medio, tampoco sorprende tanto, ahora veréis.
Resulta que un tribunal de justicia ultra-ortodoxa, ha prohivido el uso de los reproductores Mp4 a sus fieles puesto que los considera aparatos demoníacos, argumentando que los poseedores de este "terrible invento de lucifer" pueden almacenar vídeos e imágenes, lo que constituiría un vicio, y por lo tanto, un pecado.
Pero la cosa no queda ahí, ya que en las semanas anteriores, los comerciantes que venden estos aparatitos, ya habían sido saqueados y boicoteados por un grupo de "ultras" de la comunidad orto-ortodoxa judía que, alentados por sus rabinos dejaron a las tiendas sin existencias de reproductores argumentando que son aparatos que llevan al pecado a través del vicio.
En cualquier caso, esto es lo de menos, puesto que televisiones, ordenadores y demás aparatos tecnológicos ya sufrieron persecuciones similares hasta el punto que son muy difíciles de encontrar entre los fieles a esta religión.
Yo respeto aunque no comparto ninguna religión, pero cuando se leen casos de este tipo, no cabe otra cosa que preguntarse si realmente merecen ese respeto, porque yo no se que opinareís, pero una religión que te prohibe usar un emepecuatro por considerarlo un instrumento del demonio, a mi modo de ver no merece siquiera el ser respetada, en fin, sus practicantes sabrán lo que hacen.
Por cierto, yo tengo y uso dos Mp4s, ¿ Estaré en manos del demonio?

¿Como empezar?

¿Cómo empezar un blog?, ¿Cómo empezar una historia?, resumiendo ¿Cómo empiezo? Todas esas preguntas fluyen ahora por mi mente, si ya me costó un mundo decidir la temática de esta bitácora y aún más el nombre, que se yo como empezar, espero sea tan sencillo como lo fue con mi otro blog, en fin, y ya sin más disertaciones estúpidas empiezo esta historia.
Me decidí a escribir este blog por cambiar un poco de temática respecto al anterior, que os informo que por ahora seguirá en funcionamiento, estaba harto de hablar siempre de lo mismo, por lo que en este nuevo blog procuraré tratar temas de interés general intentando imprimirles un toque de humor aunque sobre eso si que no puedo prometer nada.
Otro cambio importante que se produce respecto a mi anterior blog, es que este está en castellano, esto se debe a que la mayoría de vosotros sois castellano parlantes por lo que me decidí a saltarme un montón de mis propios principios e ignorar mi verdadero idioma con el fin de facilitar la lectura y darle, si cabe, más difusión a este blog, aunque también prometo escribir en gallego por lo menos; la cuarta parte de los posts.
Por cierto, aprovecho también para daros las gracias a tod@s los que os molestasteis en votar en la encuesta sobre el nombre de este blog y al usuario de Yahoo Respuestas que me dio la idea (siento no haberle dado los diez puntos prometidos).
Y ya sin más perogrulladas y sentimentalismos, queda inaugurado mi nuevo blog:


Tertulias para perogrullos
"Me interesa el futuro porque es el sitio en que voy a pasar el resto de mi vida" (woody allen)

Que hora tienes?

 


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